21.04.2022
El viernes 8 de abril, durante dos horas los Comunicadores de Netone-América Latina nos trasladamos en forma presencial y virtual al Centro Ana Frank, en su sede de la ciudad de Buenos Aires.
Esta experiencia nació en el nodo Argentina de la red. El año pasado se realizaron varios webinars ofreciendo herramientas y experiencias sobre las diferentes opciones para favorecer el diálogo y la amistad social. Por otra parte, a todos nos interpelan, los discursos de odio que favorecen las polarizaciones sociales a nivel internacional y en nuestros países. Así nació la idea del ciclo: Palabras de odio/Palabras de Paz. Esta actividad fue pensada antes de la guerra con Ucrania, este nuevo contexto ha aumentado aún más el significado de esta actividad.
La propuesta consiste en visitar organizaciones que ya están trabajando por la paz en las «grietas» sociales que tenemos cerca, para aprender de estas personas cómo poder comunicar y actuar mejor -cada uno en su campo- con una mirada más amplia. Esta idea nació del conocimiento más profundo del proyecto de Netone internacional: Periodismo dialógico.
Participaron 30 personas de toda Argentina, Uruguay, Chile, México y España. Del Centro Ana Frank se sumaron cuatro miembros. La coordinación fue gestionada por la directora del Museo Ana Frank, Wanda Holsman. Su cálida bienvenida fue acompañada por la presentación de nuestra experiencia por Isabel Gatti, coordinadora internacional de Netone.
Se comenzó con la visita del museo con la reconstrucción de la vida cotidiana de Ana Frank, para los que participabamos en forma presencial; mientras que otros que seguían el evento virtualmente hicieron lo propio con la opción de visita virtual del Centro. Durante la visita surgieron profundos diálogos, la fraternidad entre todos se experimentaba en cada paso del recorrido.
El diálogo recogió las lecciones aprendidas de la experiencia y se propusieron preguntas para profundizar el conocimiento de la misma.
Una adolescente involucrada en este proyecto de comunicación le impresionó la apertura de corazón y alma que experimentó en esta experiencia. Viniendo de un ambiente católico más tradicional, los temas propuestos por el Centro Anna Frank le estaban lejanos. Otra participante subrayó la importancia de estos espacios porque la comunicación es un tema transversal en todas las áreas de la vida social, por lo que lo que había vivido la había nutrido enormemente.
Por último, la visita terminó subrayando que en tiempos de Ana Frank había quienes cultivaban la violencia y otros que protegían a las víctimas, por eso nos invitaron a ser «protectores». Todos los que estábamos allí y los que han seguido en línea el evento, se comprometieron en este desafío. Los tiempos post-pandémicos exigen este desafío para toda la sociedad.
